Galletas de algarroba (Juego de Blogueros 2.0)
Este mes para el Juego de Blogueros os traigo unas galletas de algarroba. El juego es un poco distinto esta vez porque, aunque habían salido ganadores el pomelo y el plátano, al final por las circunstancias actuales decidimos dejar el tema abierto y que cada uno participase un poco por libre, en una especie de «reto-confinamiento».
Yo había pensado una receta que llevo tiempo queriendo publicar, y que nos ha sacado de más de un apuro en momentos de necesidad y pocos ingredientes en la despensa, me parecía muy al caso. Al final no ha podido ser, irónicamente porque estamos cocinando bastante variado y no he logrado encajar esa receta entre los menús diarios.
Así que he optado por dar salida a ingredientes que se van quedando olvidados en la despensa, a la espera de usarlos para algo especial, y que nunca acabas de hacer. En este caso, la harina de algarrobas. ¿O soy la única que a los dos días de confinamiento ya se sabía todos y cada uno de los ingredientes disponibles en casa así como sus cantidades? Jajajajaja.
Yo probé este ingrediente hace relativamente poco, y siempre me ha sorprendido lo poco habitual que es en la cocina española siendo una especie tan extendida y cultivada a lo largo de los siglos en el país. Quizá, y aquí me aventuro un poco, el hecho de que se usase tanto durante la postguerra para paliar el hambre y la desnutrición, hizo que se abandonase su uso una vez llegaron tiempos mejores, como forma de olvidar la mala racha, no sé.
El caso es que hace unos años, el padre de J. me dio a probar la pulpa de una vaina «fresca» de un árbol que había al lado de una poza donde fuimos a pasar la tarde y me sorprendió gratamente el sabor y la textura. Así que en cuanto tuve oportunidad, probé la crema de algarroba (similar a la de cacao) y luego di el salto a cocinar con harina de algarrobas. Tanto el aroma como el sabor me recuerdan un poco a una mezcla de chocolate y café suave, ligeramente tostado. La verdad es que os recomiendo probar.
Volviendo al tema, rebuscando en la despensa, encontré el resto de harina de algarroba que me quedaba, y decidí hacer unas galletas que tenía ganas de repetir desde hace tiempo.
No sé si encaja del todo en el reto, pero para mí el sabor de la algarroba me lleva a paseos veraniegos por la costa mediterránea, a aire libre, sol y felicidad. Cocinar es desde hace años una actividad que me trae mucha paz y que encima tiene un beneficio colateral maravilloso: comer algo rico después. Además, el olor de galletas, bizcochos o pan recién hecho siempre me ha parecido aroma a hogar. Todo ventajas en estos momentos de incertidumbre y encierro. Y, por si esto fuera poco, creo que es un ingrediente que merece la pena dar a conocer.
Os dejo al final la lista con el resto de participantes de este mes.
Ingredientes para hacer 20 galletas de algarroba:
- 1 huevo M
- 50 g mantequilla
- 50 ml de leche a temperatura ambiente
- 50 g azúcar
- 135 g harina de trigo
- 80 g harina de algarroba
- 1 cucharadita de levadura química, aprox. 5 g (tipo royal)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Cómo preparar galletas de algarroba:
Batir ligeramente el huevo en un cuenco grande.
Añadir la mantequilla ablandada (en pomada) y el azúcar y seguir batiendo hasta tener una crema homogénea.
Por último, incorporar la esencia de vainilla junto con la leche.
En otro cuenco, mezclar la harina de trigo con la de algarroba y la levadura química.
Tamizar en tandas la mezcla de ingredientes secos sobre los húmedos, removiendo con una espátula hasta integrarlos bien antes de añadir más.
Formar una bola con la masa. Si queda muy húmeda y pegajosa se puede añadir un poco más de harina de trigo (*).
Tapar con film transparente y dejar reposar en la nevera al menos media hora.
Precalentar el horno a 180 ºC.
Sacar la masa de la nevera y formar bolas del tamaño de una nuez. Dependiendo del tamaño, saldrán entre 16 y 20.
Poner una hoja de papel de hornear en la bandeja del horno, colocar las bolas encima y aplastarlas con la mano. Es mejor que no queden muy planas, como de 6-8 mm más o menos (**).
Hornear 10-12 minutos a 180 ºC, en la balda central del horno, con calor arriba y abajo (***).
Dejar enfriar sobre una rejilla.
¡Y listo!
A mí me encantan con un vaso de leche fría, ahí os dejo la sugerencia. 😉
Notas:
Se puede utilizar margarina y bebida vegetal y hacer estas galletitas aptas para intolerantes a la lactosa. En ese caso, aconsejo poner 30 ml de bebida vegetal y 20 ml de zumo de naranja, para que haya un elemento ácido que active la levadura química. La primera vez que las hice se me olvidó este detalle y quedaron mucho menos esponjosas.
En cuanto al azúcar, se puede usar blanco o moreno, también panela. Yo las he hecho con panela y azúcar amarillo que traje de Portugal. Creo que debido a que son ingredientes más húmedos, ambas veces he tenido que añadir un poquito de harina extra. Con azúcar blanco debería ser suficiente la cantidad que os indico en la receta.
(*) Os daréis cuenta de la textura tan curiosa que tiene esta masa, es como esponjosa y muy fácil de trabajar. Para que no resulten unas galletas demasiado secas, es conveniente que sólo añadáis más harina en caso de que no seais capaces de formar una bola porque se os pega a las manos.
(**) Suben bastante pero no se desparraman, así que con dejar un par de centímetros de separación entre las galletas debería ser suficiente. Según mi experiencia, es mejor que sean tirando a gorditas porque saldrán más tiernas y esponjosas.
(***) Como siempre os digo, los tiempos dependen bastante del horno, y como son galletas oscuras, es difícil saber si se están pasando. Si se tuestan demasiado, pueden saber amargas y quedar duras y secas. Yo las suelo hacer gorditas y las dejo sólo 10 minutos.
Fuente:
Buscando recetas para utilizar la harina de algarroba cuando me la regalaron, encontré la de estas galletas. Leyendo los ingredientes me pareció que la proporción húmedo-seco de la receta estaba un poco descompensada, así que añadí 50 ml de leche y creo que fue un acierto, sólo tuve que añadir un pelín de harina más.
Participantes:
Elvira: Tortilla de collejas
Carabiru: Galletas de algarroba
Inma: Galletas veganas de avena y plátano
Maryjose: Pudin de bizcocho
Silvia A.: Queso untable, zanahoria aromatizada y guarnición
Leave a Reply