Escalivada
La receta que os traigo hoy es de escalivada, ese plato con nombre catalán y típico de la zona mediterránea, desde Cataluña a Murcia, pasando por el Bajo Aragón. Es una cosa tan, pero tan básica y sencilla, que he dudado mucho si colgarla, pero creo que faltaría a la intención original de este blog, que no era otra que servirme de «libro de recetas» al que acudir cuando lo necesitase. Además está muy buena y es bastante versátil para arreglar comidas en verano.

Del resto, tampoco hay más que os pueda decir, pura dieta mediterránea que basa su ricochura en una excelente calidad de la materia prima, cuanto mejor, mejor el vuestro beneficio gustativo, esto es así, vecinos.
Durante el confinamiento hemos cocinado un montón en esta casa, muy variado y nutritivo. Incluso fotografié varias de las recetas que preparamos a lo largo de las semanas con la idea de publicar con más frecuencia en el blog. La realidad fue que al principio mi inspiración, creatividad y motivación estuvieron bajo mínimos durante bastante tiempo, y después tuve que enfrentarme a terminar las prácticas del máster de formación de profesorado en modo «teleenseñanza» en lo que fueron unas semanas bastante locas y absorbentes. En resumen, que apenas subí ninguna.
En concreto, la escalivada de las fotos la hicimos a principios de abril, y por eso los tomates se ven tan poco alegres y coloridos. Los ingredientes de la escalivada son hortalizas que están en temporada en verano, así que aprovechad estos meses, la diferencia se nota y mucho. 😉
¡A los fogones! Quiero decir… ¡A LOS HORNOS!
Ingredientes para hacer escalivada:
- 2 pimientos rojos
- 1 berenjena grande
- 2 cebollas dulces medianas
- 2 tomates grandes
- 1 ajo (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal

Cómo preparar escalivada:
Precalentar el horno a 190 ºC.
Lavar y secar las hortalizas.
Cubrir la bandeja del horno con una hoja de papel de hornear o una lámina de teflón.
Colocar las hortalizas en la bandeja. Pinchar los pimientos y la berenjena para que no revienten. Las cebollas y la cabeza de ajo van enteras, sin pelar.
Hornear a 190ºC hasta que las verduras estén asadas, entre 1 hora y cuarto y 1 hora y media. Dependiendo del tamaño, puede ser necesario darles la vuelta a mitad de horneado.
Sacar del horno y dejar templar.

Pelar, quitar las semillas y cortar los pimientos en tiras, reservando el jugo que suelten.
Pelar y cortar la berenjena en tiras, reservando el jugo. Si tiene muchas semillas, habrá que retirarlas también.
Pelar y trocear los tomates, reservando el jugo.
Quitar las capas exteriores de las cebollas y cortarlas «en pluma» gruesa.
Pelar los dientes de ajo.
Es un plato que se puede comer frío o templado y el emplatado es de lo más sencillo, sólo hay que distribuir las verduras asadas en una bandeja, regar con su jugo y aliñar generosamente con aceite de oliva virgen extra y sal.
Se puede mezclar todo en la bandeja, o dejar que cada uno se ponga cantidades al gusto y lo mezcle en su propio plato. Yo ahí no me meto. Para las fotos queda más bonito sin mezclar, jajaja.

La escalivada se puede comer sola, como entrante, como guarnición, como plato único con arroz blanco, acompañada de anchoas, bacalao en salazón o atún en aceite, sobre una tosta… E incluso como relleno para empanadillas. Yo lo he probado como variante del relleno de esta receta de Etringita, y BUAH, ricochura.
Notas:
Las proporciones de los ingredientes son aproximadas y pueden variar según gustos.
Si los tomates son pequeños, harán falta 4 o 5 y el horneado será ligeramente diferente: Al principio pondremos todo a asar menos los tomates, que añadiremos a los 30 minutos, momento que podemos aprovechar para girar el resto de hortalizas.
El tiempo de horneado también dependerá del tamaño de las hortalizas, especialmente el de las cebollas, no os recomiendo que sean demasiado grandes a no ser que os gusten un poco «al dente».
En la última escalivada, se me fue un poco la olla y dejé el horno a 210 ºC, que era la temperatura del pan que horneé justo antes, y me quedó un toque caramelizado que me gustó bastante. Ahí lo dejo como idea.
Aunque el ajo no acabo de saber si es muy tradicional en esta receta, a mí me chifla, así que siempre lo pongo. También os digo que normalmente reservo media cabeza para otras preparaciones, o simplemente para untar en pan. Si os gusta pero no tanto, podéis asar solamente los dientes que vayais a usar. En ese caso, os recomiendo envolverlos en papel de aluminio para que se hagan al vapor en su propio jugo, como ocurre cuando no pelas la cabeza. Otra cosa que se puede hacer es ponerlo crudo muy picadito, para darle chispa a cada bocado.
Si las hortalizas son jugosas, soltará mucho jugo al asar. Si preferís una escalivada menos «caldosa» os doy un truco para aprovechar ese jugo: Usadlo como parte de una salsa para acompañar una pasta. Por ejemplo, rehogad un poco de cebolla y pimiento, cuando estén listos, añadid el jugo, removed un poco para que se caliente y verted sobre la pasta recién escurrida. También puede servir para enriquecer un arroz o un guiso.
A la hora de aliñar, importante que el aceite sea bueno, la sal si es gruesa, tiene más puntillo. Si os gusta el ácido, podéis añadir un chorrillo de vinagre.
Ah, se puede congelar, así que ya que os ponéis, yo haría cantidad, vale la pena.

Fuente:
He visto varias recetas, que difieren más o menos en cantidades, proporciones e incluso temperaturas de horneado, así que os dejo más o menos la proporción que yo suelo usar y la temperatura que (salvo errores como el de la última vez) mejor me han funcionado.
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