Crema untable de remolacha y yogur
En la última cesta de Cel i Sol han venido unas remolachas enormes y nada más verlas he recordado esta receta de una crema de picoteo a base de remolacha y yogur que tenía pendiente de publicar desde hace… ni me acuerdo.

Cuando en junio de 2019 me encargué de la comida de la fiesta inaugural de la Frauhaus tuve que buscar y cocinar cosas rosas y amarillas, y este untable fue una de las recetas que pasó el corte y formó parte del festín. El año pasado la volví a hacer al final del confinamiento. Esa vez hice las primeras fotos para esta receta, pero no pude terminarla porque se me cayó la cámara encima del «set de fotografía» y la crema de remolacha acabó por todas partes excepto en nuestros estómagos (lloro cada vez que me acuerdo). En septiembre la repetí y terminé de hacer las fotos, pero no he encontrado el momento de publicarla hasta ahora.
En el blog donde encontré la receta dicen que es una receta egipcia y por el tipo de ingredientes podría ser, pero la verdad es que no he investigado suficiente para poder hacer esa afirmación.
No me enrollo más, vamos a ver cómo se prepara esta crema de picoteo de remolacha.
Ingredientes:
- 2 remolachas grandes*
- 2-4 dientes de ajo**
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 1 cucharadita de canela molida
- 80 ml de yogur griego***
- zumo de medio limón
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen extra
- opcional: pistachos tostados

Cómo preparar crema de remolacha y yogur:
Lo primero es asar las remolachas y los dientes de ajo.
Lavar bien las remolachas, quitándoles los tallos y la raíz, y envolverlas en papel de aluminio o papel de hornear con una cucharada de agua.

Hornear a 180 ºC durante unos 40 o 60 minutos (dependiendo del tamaño).
Envolver los dientes de ajo sin pelar en papel de aluminio o de hornear y meterlos al horno cuando a las remolachas les falten unos 10 minutos. Tienen que quedar blanditos y dorados.
Retirar del horno y dejar enfriar.
Una vez frías, pelar y trocear las remolachas y retirar la piel de los ajos.

Tostar las semillas de comino y cilantro en una sartén pequeña a fuego medio suave hasta que empiecen a soltar aroma. Moler las especias en un molinillo o a mano en un mortero y mezclar con la canela.

Triturar las remolachas con los ajos, las especias, el yogur y el zumo de limón hasta tener una crema más o menos homogénea.
Sazonar con sal y pimienta al gusto.
Servir en un cuenco o plato hondo.
Se puede comer así, pero gana puntos de estética (y ricochura) si se decora con un hilito de aceite de oliva virgen extra y pistachos tostados troceados.

Nosotros solemos comerla con algún pan que no tenga un sabor demasiado intenso, palitos de zanahoria o alguna otra verdura que no se pelee con la remolacha, regañás… En las fotos, una versión con harina blanca y romero de estos crackers de Jamie Oliver para aprovechar los restos de masa madre.
Notas:
(*) El tamaño de las remolachas, pues es relativo, ya sabéis. Una piensa que las ha visto remolachas grandes hasta que llega una tamaño gigante y casi 600 g en el pedido de verduras. Las de la foto de arriba pesaban alrededor de 200 g cada una. Obviamente, al variar el tamaño, varía la cantidad y cambia la consistencia del resultado, pero ya os digo que está buenísima con más o menos proporción de remolacha, así que la cosa es encontrar el balance que más os guste. Lo que hay que tener en cuenta es que sean de tamaño similar para que al hornearlas se hagan a la vez.
Si preferís no asar la remolacha, podría servir cocida. En ese caso os recomiendo hacerla al vapor. En el súper suele haber remolachas enteras cocidas, y también es una buena opción. Sin embargo la que venden ya rallada a mí no me acaba de convencer porque tiene un sabor muy diferente, pero no he probado y seguro que la crema, aunque distinta, también es interesante.
(**) Vale, tema ajos. He hecho versiones de esta crema con ajos crudos y asados y el sabor cambia una barbaridad. Si los usáis crudos, el resultado es más «picante», así que yo no pondría más de dos dientes, al menos antes de saber si os gusta. Con ajos asados, al ser el sabor más suave, admite más cantidad. La próxima vez que lo haga creo que pondré 3 asados y uno crudo, porque me gusta el puntillo que le da.
(***) El yogur griego es el que mejor va, porque al ser más denso, sale una crema con más cuerpo, pero se puede usar normal. Otra cosa es la cantidad, 80 ml es como 2/3 de un yogur, si ponéis el yogur entero, 125 ml, la crema es más suave. Lo dicho, según vuestro gusto y el tamaño de las remolachas se puede variar la cantidad.
Para veganizar la receta, o hacerla libre de lácteos, creo que se podría cambiar el yogur por una versión vegetal. Yo no tengo experiencia en esos productos, así que no sabría deciros cuál funciona mejor, si tenéis sugerencias podéis decirme en comentarios.
Si no tenéis comino y cilantro en grano, se puede usar molido, pero entonces hay que poner un poco menos de una cucharadita de cada uno. Ah, y no vale cilantro en hojas, nada que ver.

Fuente:
Después de probar distintas opciones de cremas de remolacha, llegué a esta que fue la que más me gustó.
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