Tortilla de pan y plátano

No sé muy bien cómo enfocar esta receta, ya que me he dado cuenta de que la es una de esas que voy haciendo a sentimiento, con las cantidades que «pide» la mezcla, a lo abuela.

La tortilla de pan es el típico plato de aprovechamiento que mi madre hace desde que yo tengo memoria para no tirar pan «reseso», maravillosa palabra gallega que viene a significar, salvando las connotaciones culturales, revenido, reseco, de ayer.

Como además también tenía un par de plátanos que se pasaron a la velocidad del rayo de un día para otro, decidí probar una variante inspirándome en esta receta que vi hace poco.

Si no os gustan los plátanos, podéis o no ponérselos y tener una tortilla de pan clásica, o probar alguna de las variantes que os propongo.

Tortilla de pan y plátano

Ingredientes

(Voy a intentar definir las cantidades para una tortilla pequeña, de 18-20 cm de diámetro)

– Pan de ayer (o anteayer, pan no fresco, vamos), más o menos 1/3 de barra

– Huevos, 2 grandes o 3 medianos

– Leche

– 2 plátanos pasados

– Azúcar (según te guste más o menos dulce yo usé unas 3 cucharadas colmadas)

Variante 1:

– Un chorrito de anís o un par de gotas de esencia de anís.

Variante 2:

– Uvas pasas maceradas en algún licor (anís, coñac…)

– Un chorrito de ese mismo licor (un poco del usado para macerar, por ejemplo)

Variante 3:

– Media cucharadita de esencia de vainilla

– Un puñadito de nueces

Preparación:

Desmenuzar el pan y poner en un cuenco, regar con leche (a poquitos, para que se empape sin que sobre líquido) y amasar (con las manos o un tenedor) hasta que sea una masa húmeda y migosa pero no líquida.

(Si te pasas con la leche se soluciona añadiendo más pan)

Machacar los plátanos con un tenedor, añadir al pan y mezclar.

(Si se opta por las nueces, o las pasas, incorporar en este momento, al igual que el licor o la esencia)

Agregar el azúcar, y los huevos previamente batidos, y mezclar todo bien (Con los huevos la masa se vuelve más líquida, y no sabría explicar cómo saber cual es el punto exacto, pero si os parece demasiado, se puede corregir con trozos pequeños de pan, preferiblemente de la zona de la miga).

(La masa en este punto está tan buena que yo personalmente podría comérmela a cucharadas)

Calentar una sartén antiadherente con un poquito de aceite o mantequilla.

Verter la mezcla, y transcurridos unos segundos, remover con una espátula (que no raye la sartén) con movimientos envolventes, para que no se quede sin cuajar por dentro.

Repetir hasta que veamos que está hecha por dentro, y entonces dejar dorar, dar la vuelta con un plato, y dorar por el otro lado.

Dejar enfriar. Se puede comer caliente, pero a mí me gusta más templada o fría.

Curiosidades:

En la entrada original en tumblr, me comentaban un truco para darle el toque final que consiste en  caramelizar la tortilla después de hecha, echando un poco de azúcar en la sartén hasta que se vuelve caramelo, volver a poner la tortilla en la sartén y repetir del otro lado.

Aguanta fuera del frigorífico un par de días sin problema, pero si el ambiente es muy seco, es mejor taparla.

Cuando la probé, al principio me decepcionó un poco porque apenas sabía a plátano, pero el sabor se intensifica a medida que lo masticas de forma sorprendente.

Sé que lo he explicado de pena, y os pido mil disculpas, la próxima vez trataré de hacerlo mejor, fijándome más en las cantidades sobre todo.

Si os animáis, espero que os guste.

¡Los comentarios son bienvenidos!

  1. Pudin de pan | ¡Birulicioso!

    7 septiembre 2015 at 12:00

    […] al ejemplo de mi madre, así que mientras hacía un cuenco de pan rallado, pensé si hacer una tortilla o un pudin de pan para el postre. Ganó el pudin entre otras cosas porque había muchísimo […]

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.