Bombones rellenos de té matcha
Esta receta es la perdición total, la he hecho ya un par de veces y en cada una han acabado volando. Para mantener mi honor diré que más de la mitad los he regalado y que los agasajados han quedado muy sorprendidos y contentos con ellos.
Nunca había probado a hacer bombones porque me parecía que sería complicado que quedasen bien, pero nada más lejos de la realidad. La parte más laboriosa es la del baño de chocolate, pero ni siquiera es difícil. Como veis en la fotos, no tengo molde para bombones, pero me gusta mucho el aspecto rústico que se consigue de esta manera, y sospecho que además son mucho más fáciles de preparar sin molde.
Tras informarme un poco, me decidí por unos bombones rellenos de chocolate blanco y té matcha porque me gustó la idea de sorprender con el intenso color verde del té. La sorpresa fue que además de ser bonitos, el contraste entre el amargo del chocolate negro con el dulce de la ganache de chocolate blanco y té matcha los hace deliciosos. Un acierto tanto para los ojos como para el paladar.
Ingredientes (4 o 5 docenas):
Para la ganache:
– 200 g de chocolate blanco para postres
– 5 g de té matcha
– 70 g de nata líquida para montar (35% m.g)
– 20 g de miel (opcional)
Para la cobertura:
– 100 g de chocolate para cobertura (mínimo 55% cacao)
– 2 o 3 onzas de chocolate blanco
– té matcha
Preparación:
Trocear el chocolate blanco (podéis reservar 2 o 3 onzas para decorar al final) y fundirlo a baño maría, introduciendo el cuenco en un cazo con agua caliente (se puede fundir en microondas, a baja potencia, pero es bastante fácil pasarse y quemar el chocolate, no lo recomiendo).
Tamizar el té matcha, añadirlo al chocolate y remover con unas varillas pequeñas o una espátula de silicona hasta deshacer los posibles grumos e integrarlo bien (podéis tamizar directamente encima del chocolate fundido removiendo mientras lo hacéis).
Hervir la nata con la miel en un cazo pequeño, dejar enfriar la mezcla 3 o 4 minutos y agregarla al chocolate, mezclando bien hasta obtener una crema uniforme y sin grumos (aquí es donde la mezcla se pone verde intenso).
Tapar el cuenco con film y dejar reposar de un día para otro a temperatura ambiente, de esta forma se asentará el sabor del té. Si pasado este tiempo la ganache no ha ganado suficiente consistencia, meter en la nevera una o dos horas (si tenéis prisa o hace demasiado calor, podéis saltaros el reposo a temperatura ambiente y pasar directamente a la nevera).
Hacer bolitas del tamaño de avellanas con la ayuda de una cuchara y volver a meterlas en la nevera.
Fundir el chocolate negro al baño maría (igual que hicimos con el blanco), bañar las bolitas y dejarlas enfriar sobre una bandeja forrada con papel de horno (si os quedan zonas sin cubrir, mojad un dedo en el chocolate y tapad las calvas del bombón, apenas se notará).
Fundir las 2 o 3 onzas de chocolate que reservamos al inicio, añadir una pizca de té matcha y remover hasta integrar bien (id añadiendo el té matcha pizca a pizca mientras removéis, la cantidad va un poco a ojo, la idea es que se note el color verde pero sin pasarse).
Trazar líneas o puntos con el chocolate verde sobre los bombones con la ayuda del filo de una cucharilla o un palillo.
Dejar enfriar a temperatura ambiente, tapar con papel de aluminio evitando tocar los bombones y guardar en la nevera unas horas hasta que se endurezcan del todo antes de separarlos del papel de horno.
Duran bastantes días si los conserváis en un recipiente hermético en la nevera, sobre todo si habéis añadido miel, ya actúa como conservante. En nuestra casa volaron, sucumbimos al delicioso contraste de sabores.
Ideas:
Se pueden decorar espolvoreando té matcha con un colador sobre los bombones cuando haya empezado a endurecerse el chocolate de la cobertura.
Para hacer trufas, en vez de cubrir las bolas con chocolate negro fundido, hacer una mezcla a partes iguales de té matcha y azúcar glas (2 cucharaditas de cada deberían ser suficientes) y rebozar en ella las bolas justo después de darles forma. No he probado, pero quizá estén buenas rebozadas con cacao puro.
Si os gusta más el aspecto de las trufas, pero no queréis renunciar al contraste que aporta el chocolate negro, podéis hacer unos trufombones de la siguiente manera:
Dejar reposar las bolas recién bañadas en chocolate unos minutos, cuando éste empiece a endurecer, rebozarlas en una mezcla a partes iguales de té matcha y azúcar glas y dejar enfriar del todo (si el chocolate aún está muy blando hará falta más rebozado).
Y también podéis utilizar chocolate blanco en vez de negro para el exterior, pero para mi gusto os quedarán demasiado dulces, yo prefiero el toque amargo que da el chocolate negro.
Una buena idea es guardárlos en un recipiente hermético en el congelador para tener bombones helados.
Edito: Después de estos, he probado unas cuantas recetas más y siempre vuelan. Jujuju.
Fuente:
De entre las recetas de bombones y trufas de té matcha que encontré, me decidí por ésta de Mireia Olive.
thecreativerain
9 mayo 2015 at 18:24La verdad es que son preciosos con ese contraste. Imagino que también estarán deliciosos. Un beso
Carabiru
9 mayo 2015 at 18:31¡Muchas gracias por la visita!
Están buenísimos, el relleno tiene el punto de dulce justo que matizar el amargo del té sin restarle sabor, y combina perfecto con el sabor más fuerte de la cobertura.
hoycocinamosjuntos
10 mayo 2015 at 18:21¡Que buenos! tengo que prepararlos porque tienen una pinta estupenda
Carabiru
11 mayo 2015 at 15:14Merecen mucho la pena, el té matcha les da un sabor muy especial. 🙂
Bombones de café moca | ¡Birulicioso!
8 junio 2015 at 19:09[…] Con sólo 3 ingredientes (4 si ponéis miel) y un poco de maña, podéis quedar muy bien regalando una cajita de bombones caseros. En serio, no tienen ningún misterio, son aún más fáciles que los de matcha. […]
Bombones de café | ¡Birulicioso!
16 octubre 2015 at 11:00[…] en borradores a la espera de tiempos menos calurosos, unos bombones de café que se suman a los de té matcha y café moca que ya había […]