Salmorejo cordobés (Juego de Blogueros 2.0)
Estamos a final de mes una vez más, y toca publicar mi participación e el Juego de Blogueros 2.0, ese reto mensual donde todos los participantes, comandados por Mónica, elegimos y usamos un mismo ingrediente de temporada para nuestras recetas.
En esta ocasión el afortunado ha sido el tomate, un ingrediente muy versátil que, curiosamente, me ha costado un montón. Se me ocurrieron un montón de ideas, pero la mayor parte incluían un horno encendido en mi casa madrileña sin aire acondicionado, así que fueron descartadas con todo el dolor de mi corazón.
Al final me he decidido por una receta muy básica y probablemente muy tópica, pero a la que le tenía ganas desde la primera vez que tuve el placer de degustar, el salmorejo. Esta crema fría de tomate es un plato vegano si eliminamos los acompañamientos tradicionales, virutas de jamón y huevo cocido.
Tengo una amiga cordobesa que prepara un salmorejo riquísimo (creo recordar haberlo catado), pero ésta es una de esas recetas tradicionales que la gente que lleva toda la vida haciendo prepara a sentimiento, con esa sabiduría heredada de todas las manos familiares que lo han cocinado antes que tú. Por ello, me busqué las castañas, en este caso los tomates, y lo preparé sin ayuda experta. Está mal que yo lo diga, pero creo que me quedó muy bien para ser mi primera incursión en el mundo salmorejil. 😀
Como siempre, la lista de participantes al final del post.
Ingredientes (para algo más de 1 litro):
- 1 kg de tomates pera bien maduros
- 170 – 200 g de pan de miga densa y blanca
- 100 g de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de sal fina
- guarnición: jamón serrano, huevo cocido…
Elaboración:
Lavar los tomates y retirar la parte dura del pedúnculo (no acabo de encontrar cómo se llama al zona donde el pedúnculo se une con el tomate, según wikipedia, lo que sigue por dentro del fruto es la columna placentar, pero no queda muy bonito en una receta).
Pelar y trocear los tomates (mejor en un cuenco, para aprovechar todo el juguito que soltarán).
Poner en el vaso de la batidora y triturar hasta que no queden grumos.
Pasar por un colador para quitar las semillas (y trozos de piel si como yo habéis olvidado pelar los tomates).
Trocear el pan y dejar que se empape bien en el tomate triturado durante unos minutos.
Picar el ajo y poner en el vaso de la batidora junto con la sal, el tomate triturado y el pan.
Batir hasta que se forme una crema espesa y uniforme.
Añadir el aceite y seguir batiendo a velocidad alta hasta que la crema cambie de color rojo clarito al anaranjado típico del salmorejo.
Guardar en la nevera un par de horas para que se enfríe bien antes de servirlo.
Como guarnición, lo más habitual es coronar el salmorejo con un chorrito de aceite de oliva, virutas de jamón curado y huevo cocido picadito.
Notas:
El pan que se usa en Córdoba para el salmorejo es típico de la región, pan de telera, que estoy deseando probar, jejeje, y creo que se añade también la corteza. Yo he usado pan normal que se me había quedado duro (como una piedra, vamos) y como es un pan «de batalla» como dice mi abuela, le quité la corteza para que el salmorejo quedase más fino. Tengo ganas de probar a hacerlo con mejor pan porque seguro que la diferencia es notable.
La cantidad de pan va un poco al gusto, dependiendo de la consistencia que queráis que tenga el salmorejo. Yo puse 170 g y quedó ideal para comer con cuchara. Para usarlo sobre tostas, como he visto en algunos sitios, seguramente vaya mejor poner 200 g o incluso un poquito más.
No hagáis como yo y pelad los tomates antes de batirlos, quita mucho trabajo a la hora de colar el puré de tomate (especialmente si estáis muertos de hambre). Lo ideal, para aprovechar lo máximo los tomates, es hacerles un corte en forma de cruz en la punta y escaldarlos en agua hirviendo, para que la piel se separe con facilidad.
Para que el salmorejo quede espumoso y bien emulsionado, por lo visto lo ideal es añadir el aceite poco a poco sin dejar de batir, como al hacer mayonesa. Momento confesión: cuando lo hice era tarde, tenía hambre ya y pocas ganas de leer, así que añadí todos los ingredientes del tirón al vaso de la batidora, con el aceite en último lugar, es decir, por arriba. Como usé mi batidora de vaso Felipa (se trata de este modelo) empezó a mezclar por abajo. Yo preocupada porque el color no tenía nada que ver con el del salmorejo cuando, de pronto, el aceite empezó a integrarse y fue toda una sorpresa (y un alivio) ver como el color naranja iba subiendo. 🙂
Las virutas de jamón se pueden convertir en crujiente de jamón calentándolas unos segundos en el microondas.
Fuente:
Las cantidades las saqué de esta receta del blog Los Tragaldabas, pero como habéis leído en las notas… tras ver los ingredientes pasé un poco de todo, jajajaja. En cualquier caso, si tenéis termomix, ahí os explican cómo hacerlo usando la maquinita.
Participantes:
Laura y Samuel: https://aglutina2.wordpress.com/
María José: https://aquisecuecejugando.blogspot.com.es/
Elvira: http://www.asisecomeengranada.com/
Carabiru: https://birulicioso.wordpress.com/
Fe: http://www.codigosecreto280.com/
Vanessa: http://www.divertidoydelicioso.es/
Mónica: http://dulcedelimon.com/
Eva: http://dulcesfelicidades.blogspot.com.es/
Chus: http://www.elcrepitardelosfogones.com/
José Fernando: https://elemparrao.wordpress.com/
Inma: http://entre3fogones.com/
Ana N.: https://entreobleasyaloloco.wordpress.com/
Cristina: http://kooking2015.blogspot.com.es/
Jorge: https://mastercocinillas.com/
Noelia: https://noestevezblog.wordpress.com/
Maribel: https://picoteandoideas.com/
Neus: https://rorosacabolas.wordpress.com/
Natalia: http://saboresdenati.blogspot.com.es/
Maryjose: http://tapitasypostres.blogspot.com.es/
Gisela: https://tuhoradelamerienda.wordpress.com/
Silvia A.: http://unapizcadena.wordpress.com/
etringita
31 julio 2017 at 12:47Ains, el salmorejo. ¡Me pongo en vena! Tiene una pinta fabulosa. Tu amiga cordobesa se siente orgullosa de ti. (‘ 3’)
Carabiru
31 julio 2017 at 14:23¡Ay! Qué ilusión. :****
Yo lo incluyo en «cosas de las que tendría grifos en casa», junto con el helado de vainilla, la horchata, el agua de cebada, el zumo de naranja rico… Jajajaja.
Inma
31 julio 2017 at 15:08Un buen salmorejo no podía faltar este mes.
Felicidades 🙂
Carabiru
31 julio 2017 at 15:09Es un fondo de nevera, un básico de la temporada primavera – verano. Jajaja.
bartolilla
31 julio 2017 at 18:32Si la receta viene de una cordobesa, entonces la doy por buena y verídica, jajaja 😀 Tiene una pinta fabulosa, me encanta el salmorejo (el de verdad, no la versión «gazpachorejo» que suelen venderte). Vamos, que aquí los tomates me saben a nada pero ya me dejaste con las ganas de probarlo en casa. ¡Gracias por compartirlo!
Carabiru
31 julio 2017 at 19:14¡Te lo recomiendo mucho! En casa ha volado el litro que salió y somos sólo dos. Jajaja.
Estibaliz Burgaleta (@estipuntobpunto)
31 julio 2017 at 20:00¡Menuda pinta! Y qué color. Siempre que hago salmorejo o gazpacho, me queda un rojo anaranjado desvaído, como de camiseta que ha perdido el color por culpa de los lavados.
Carabiru
31 julio 2017 at 20:13El mío estaba así al principio, pero una vez empezó a emulsionar el aceite, se puso anaranjado fuerte. He leído que el truco está en añadir el aceite en un chorrito mientras se bate y, a juzgar por cómo fue cambiando el color cuando mi batidora empezó a coger el aceite, me parece que es verdad. También los tomates pera, como son muy rojos, ayudan.
Eva
31 julio 2017 at 20:26Con la que cae, un cuenquito fresquito nos viene genial ;D. Gracias por la receta!!
Carabiru
31 julio 2017 at 20:31¿Verdad? El salmorejo y el gazpacho son grandes inventos. ❤
rorosacabolas
31 julio 2017 at 20:26Me encanta el frescor, me gusta lo sencillo pero sabroso y que bien va un buen salmorejo entre calores veraniegos insoportables 🙂 Es un plato que he probado, he disfrutado, pero nunca me he animado a hacer. Creo que ya es hora de lanzarse 🙂 besos!
Carabiru
31 julio 2017 at 20:32Yo si no es por el reto, seguiría como tú, y ahora me alegro mucho de haberlo elegido. El sabor del salmorejo casero juega en otra liga.
Maryjose Alvarez Jimenez
31 julio 2017 at 22:42Mi plato preferido del verano. Podria pasarme los dias comiendo solo esto. Riquisimo!
Carabiru
31 julio 2017 at 22:47La verdad es que yo también lo comería cada dos por tres. Qué rico está. 😉
Noelia
1 agosto 2017 at 12:56Que rico el salmorejo, como buena andaluza (en lo que a gastronomía se refiere) me encanta el salmorejo y es cierto que cada maestrillo tiene su librillo y que los que cocinamos este plato como parte de nuestra costumbre solemos hacerlo «a ojo» como diría mi abuela, añadiendo mas o menos pan o tomate según la textura y sabor de la receta. Por las fotos te puedo decir que el color y la textura son perfectos para mi gusto y que lo único que dista con la receta clásica es añadir un buen trozo de pimiento rojo. Pero en la cocina… cada uno tiene su estilo y todos los sabores son dignos de elogiar. Lo que no perdono es que al gazpacho o salmorejo se le añada cebolla, eso no lo hace ningún cordobés ni ningún andaluz si me aprieto un poco. Me alegro que te haya gustado este plato tan típico del sur y que lo compartas con nosotros, un beso!!
Carabiru
1 agosto 2017 at 13:16¡Muchas gracias por tu comentario!
Me apunto lo del pimiento, la próxima vez lo pruebo para ver cuál me gusta más.
Maribel
1 agosto 2017 at 14:10Tiene una pinta deliciosa, me encanta este plato para los días tan calurosos que tenemos.
Felicidades guapa
besss
Carabiru
1 agosto 2017 at 14:11¡Muchas gracias, Maribel! 😊
Chus Pita
2 agosto 2017 at 06:29Has elegido una receta muy apropiada para esta época, con las altas temperaturas lo mejor son las preparaciones fresquitas como tu salmorejo.
Un abrazo.
Carabiru
2 agosto 2017 at 09:12En parte por eso lo elegí, no tenía ganas ni valor para encender el horno. 😂😂
Natalia Cortes
2 agosto 2017 at 17:34Nunca he intento un salmorejo, ese color precioso anaranjado se ve perfecto, tomo nota de tus confesiones y tips, a la hora de prepararlo, para el verano de acá lo tendré súper en cuenta, me llevo una taza tal como la has servido, me encanta!!!,
besos!
Carabiru
2 agosto 2017 at 19:43Muchas gracias Natalia, me gusta poner «confesiones» porque no siempre lo hacemos todo bien o de la forma canónica y no pasa nada, a veces hay que relajarse, jajaja.
Te recomiendo mucho probar esta receta cuando apriete el calor, es un gusto.
😊
mastercocinillas
4 agosto 2017 at 18:55ole, ole y ole!! Y que viva el salmorejo cordobés! es uno de mis platos favoritos del verano. Caí en que aún no lo tenía en mi blog y pensé hacerlo pero mira, al final me decanté por el gazpacho. Enhorabuena por tu salmorejo, receta auténtica donde las haya. Un abrazo!
Carabiru
4 agosto 2017 at 19:00La verdad es que pensaba que habría unos cuantos, por suerte habéis sido más ingeniosos que yo, jajaja.
DeKooking
5 agosto 2017 at 22:03No soy de cremas frías, por el norte no se consumen mucho. La última vez que probé el salmorejo fue en el sur. Allí me entró de maravilla. Me ha recordado que me encantó y que me voy a guardar tu propuesta para este tiempo de calor (bueno aquí hoy está lloviendo tooodo el día). Enhorabuena.
Bss
Carabiru
5 agosto 2017 at 22:10Eso es verdad, los norteños no tenemos este rollo de las cremas y sopas frías. Sin ir más lejos el primer gazpacho que probé me pareció raro raro, pero ahora soy fan absoluta de todas estas preparaciones.
Vanessa
8 agosto 2017 at 20:36Que apetecible el salmorejo, con la que está cayendo, lo comería a todas las horas. Felicidades.
Carabiru
8 agosto 2017 at 22:08Yo tendría una botella permanente en la nevera. Jajaja.
¡Gracias!
J. Fernando Buitrón Gijón
16 agosto 2017 at 15:09Todo un clásico queme encanta
Carabiru
16 agosto 2017 at 20:12¡Gracias!