Galletas de manzanilla y limón

Con el otoño llegan también las temperaturas más suaves y las ganas de volver a encender el horno. Que no es que en verano no tengamos ganas de comer bizcochos, galletas y demás ricochuras, es que a ver quién es el guapo que pone un electrodoméstico a 200 ºC en medio de una ola de calor.

Por eso la receta de hoy estaba en la despensa del blog esperando a tiempos mejores para salir, y esos tiempos han llegado. Gente, estas son las galletas de manzanilla y limón, galletas, esta es la gente biruliciosa.

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¿Galletas de manzanilla? Pues sí, yo también pensaba que la manzanilla sólo servía para dos cosas:

Cosa número 1: Recomponernos la tripa. En el mejor de los casos, acabando con una molestia estomacal producida por un empacho (levanten la mano los #forevervaca), en el peor, dándole la vuelta por completo al estómago y haciendo salir por donde entró a lo que sea que nos está matando.

Cosa número 2: Como tónico facial/ocular. Yo he usado alguna vez un algodón empapado en manzanilla para limpiar legañas y las bolsitas para reducir las ojeras. Trucos de la abuela.

Y hasta ahí, pero resulta que también se puede usar como ingrediente en la cocina en cosas que están riconudas, como estas galletas tipo shortbread que os he presentado.

Ingredientes (para 2 o 3 docenas):

  • 150 g de mantequilla o margarina a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas de flores secas de manzanilla (o 2 bolsitas)
  • piel rallada de un limón
  • 75 g de azúcar glas
  • 225 g de harina de trigo
  • 1 cucharada de maicena

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Preparación:

Trocear la mantequilla o margarina en un cuenco mediano.

Espolvorear sobre la mantequilla las flores de manzanilla frotándolas con las manos para que se desmenucen un poco (también sirve manzanilla en bolsitas).

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Añadir la ralladura de limón (yo siempre lo rallo directamente en el cuenco) y tamizar por encima el azúcar glas.

Batir ligeramente con un tenedor hasta tener una mezcla cremosa (cuanto más calorcito haga, más blandita será).

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Mezclar la maicena y la harina y tamizar sobre la crema en tandas, integrando bien antes añadir más.

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Una vez hayamos incorporado toda la harina (ya no se nos pegará la masa a las manos), formar una bola apretada con la masa y envolver con film transparente.

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Refrigerar durante al menos media hora.

Pasado este tiempo, sacar del refrigerador y estirar la masa sobre una superficie enharinada, o entre dos láminas de film, hasta que la plancha resultante tenga unos 5 mm de espesor (¿os he contado alguna vez que como no tengo rodillo yo lo hago con una botella de vino? jajajaja).

Precalentar el horno a 160 ºC.

Cubrir una bandeja con papel de hornear, cortar la masa con cortagalletas (a cuchillo también vale) y colocar las galletas dejando un dedo de separación entre ellas.

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Formar una bola con los recortes y repetir el proceso hasta agotar la masa.

Espolvorear con azúcar glas por encima.

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Hornear a 160 ºC durante 12-14 minutos, hasta que los bordes empiecen a dorarse pero aún estén blanquitas. Es mejor no pasarse de tiempo porque si se doran demasiado, al enfriar se secan y endurecen perdiendo toda la gracia.

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Enfriar completamente sobre una rejilla antes de guardarlas (para que no se ablanden con el vapor que sueltan).

¡Probadlas! Estoy segura de que os sorprenderá el sabor.

Notas:

En general, las galletas con especias, hierbas y demás ganan muchísimo en sabor con el reposo, así que probad a hacerlas con un día de antelación.

Como además se conservan perfectamente en un recipiente hermético durante unos cuantos días (jojojo, eso dicen, en esta casa siempre vuelan), podréis comprobar lo que os decía del sabor creciente.

Como mis cortagalletas son pequeñitos (y la mar de chulos, oigan), salen unas 3 docenas, pero pueden ser menos dependiendo de lo grandes que sean.

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Fuente:

Encontré la receta aquí, aunque después de una primera prueba decidí no poner vainilla en la siguiente para no quitarle protagonismo al delicado sabor de la manzanilla, creo que acerté.

 

  1. Gema

    28 septiembre 2016 at 13:08

    Tengo que probar esas galletas¡¡¡¡
    Como diría Trikki: ¡¡¡galletaaaaas¡¡¡

    1. Carabiru

      28 septiembre 2016 at 13:18

      De verdad las recomiendo a todo el mundo. Es increíble el aroma y sabor que tienen.
      ¡Ya me contarás!
      😀

  2. lalibretaroja

    28 septiembre 2016 at 14:01

    PINTAZA
    A ver si este fin de semana saco un huequin y las hago 🙂

    1. Carabiru

      28 septiembre 2016 at 14:03

      ¡Genial! Ya me dirás si te han gustado (que seguro que sí).
      😉

  3. Galletas “shortbread” de té rojo | ¡Birulicioso!

    10 enero 2017 at 11:21

    […] anteriores “shortbread” que hice, de manzanilla y limón, salieron tan buenas que esta receta tiene la misma base. ¿Por qué cambiar lo que […]

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