Batido verde, muy verde
Hoy os traigo una receta sana y repleta de vitaminas para empezar el día con un extra de energía, un batido verde, de esos que se han puesto tan de moda. En casa no somos muy de seguir modas, pero en Paraguay nos aficionamos muchísimo a los batidos de frutas y al volver nos compramos una batidora de vaso para seguir con la nueva tradición. Uno de nuestras rutinas más habituales de desayuno es que mientras uno se ducha, el otro prepara un batido con las frutas y verduras que hay. Si el batido está más bueno de lo habitual, lo apuntamos. No solemos seguir recetas, pero a mí me gusta investigar las que hay para coger ideas de combinaciones posibles.
Los batidos verdes se hacen con alguna verdura de hoja, ya sean espinacas, lechuga, coles como la famosa kale, apio, perejil… que se mezcla con frutas y algún líquido, generalmente agua o bebida vegetal, pero también té o alguna otra infusión. A partir de aquí, lo que hace falta es imaginación y ganas de experimentar.
En esta receta yo he usado té bancha, que tiene un sabor suave y sutil. Se podría pensar que un sabor tan delicado pasaría desapercibido entre las espinacas y la fruta, pero lo cierto es que se va haciendo notar en cada sorbo de una forma muy agradable.
Ingredientes (2 vasos grandes):
- 250 ml de té verde
- 1 naranja
- zumo de medio limón
- 2 puñados de espinacas
- 1 plátano grande
Elaboración:
Preparar el té la noche anterior, mejor si es de buena calidad (puede parecer que no, pero aporta mucho sabor y agradeceréis que sea bueno), y reservar para usar frío por la mañana. Una bolsita es suficiente, si es a granel, 2 o 3 cucharaditas.
Pelar y trocear el plátano y la naranja (si usáis batidora de mano, que los trozos sean tirando a pequeños).
Lavar y escurrir las espinacas.
Poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora o licuadora (la mía es una batidora de vaso enorme llamada cariñosamente Felipa, jajajaja) y batir hasta que no queden grumos y se ponga espumoso (ya veréis qué color taaaaan rebonito, ains).
Servir en dos vasos grandes (dependiendo del tamaño de las frutas sale entre 600 y 700 ml) y beber disfrutando de cada trago. 😉
Notas:
Las naranjas mejor que sean bien sabrosas, eso es más fácil cuando están en temporada.
También se puede hacer con mandarinas o clementinas, 2 o 3 dependiendo del tamaño. O directamente cambiar de fruta y ver qué sale.
Ojo con los tiempos de infusión del té verde, se hace en 2 o 3 minutos, mucho más rápido que otras variedades y después amarga.
El plátano aporta suficiente dulzor, pero siempre podéis añadir un poco de miel o sirope.
También se puede usar fruta congelada para hacerlo más cremoso y refrescante.
Fuente:
La combinación de los 3 ingredientes principales, plátano, naranja y espinacas, me la encontré procrastinando en Pinterest. Después resultó que era de un batido proteínico, así que me quedé con la base y probé mi propia variación.
amvelandia
20 marzo 2017 at 21:32Ñaaaam pinta rico y es taaaan bonito que seguro lo pruebo 😉
Carabiru
20 marzo 2017 at 21:33Me encanta cuando un batido tiene un color vivo y brillante como éste de forma natural. 😊
amvelandia
21 marzo 2017 at 17:51Cuando vivía en Madrid me flipaba la potencia de color de la espinaca, pero estoy mosca porque aquí en inglaterra no tienen la misma potencia «trasgénica» de color…
Carabiru
21 marzo 2017 at 17:53A lo mejor son otra variedad. Las que planta mi madre en el pueblo por ejemplo son más oscuras y triangulares. Eso sí, también tiñen verde intenso.
amvelandia
22 marzo 2017 at 12:05Lo de la variedad es seguro, por forma y tamaño. Lo que me tenía intrigada era la permanencia del tinte de unas y otras.
Ensalada birmana con aliño de té verde fermentado | ¡Birulicioso!
15 agosto 2017 at 11:35[…] Esa primera infusión la podéis usar para beber o para preparar algún batido, como éste o este otro, u otra receta, por ejemplo una variante de este […]