Barritas de remolacha, frutos secos y semillas (Juego de Blogueros 2.0)
Mi propuesta para el último reto de 2018 son unas barritas energéticas de remolacha, frutos secos y semillas variadas. Son unos bocaditos ideales para un tentempié de media mañana o una merienda junto con un té, un vaso de leche o un zumo.

Aunque hubo un empate entre endivias y remolachas, desde el primer momento tuve claro que quería utilizar las segundas. La elección fue motivada principalmente por su color, ya que cuando hice estos gofres de remolacha y naranja, aluciné bastante con el poder colorante de esta raíz. Me queda pendiente cocinar las hojas, porque esta vez se me pasaron y no las pude aprovechar, y probar remolachas de otros colores, porque de momento sólo he visto la roja/morada.
Tengo guardadas unas cuantas recetas con remolacha que quiero probar, pero en esta ocasión me decanté por las barritas energéticas ya que en el estudio donde trabaja J. estuvieron este mes con la entrega de un proyecto y quise regalarles un bocado diferente para reponer energías.
Si os gustan este tipo de tentempiés, tengo otra receta en el blog que ahora que me acuerdo, quiero volver a preparar, jajajajaja.
Como siempre, al final os dejo la lista de participantes del reto, que seguro que han preparado cosas deliciosas.
Ingredientes (para 16/18 barritas):
Para la base:
- 1 remolacha grande
- 3 plátanos maduros
- 200 g de copos de avena
- 3 cucharadas de sirope de arce (*)
- 100 g de frutos secos (**)

Para la cobertura:
- 80 g de arándanos
- 45 g de copos de avena
- 50 g de frutos secos (**)
- 10 g de copos de coco (opcional)
- 50 g de semillas (***)
- 1 cucharada de sirope de arce (*)
- 50 ml de bebida vegetal (en mi caso, leche de almendras)

Elaboración:
Empezamos por la base de las barritas.
Lavar bien, cocinar y pelar la remolacha. En mi caso la cocí al vapor, entera y con piel, para que no perdiese jugo, y la pelé una vez cocida. He leído que asándola en el horno, en papillote y también entera, se consigue potenciar los azúcares y el color, quiero probarlo para otras ocasiones.

Trocear la remolacha cocida y triturarla bien junto con los tres plátanos, hasta obtener un puré homogéneo.

Triturar los frutos secos y añadirlos al puré de remolacha y plátano junto con los copos de avena y el sirope. Para una textura un poco más fina, procesar durante unos segundos en la trituradora después de integrarlo todo.

Precalentar el horno a 180 ºC.
Forrar con papel de hornear un molde rectangular o cuadrado (el mío es de 22×28 cm pero la receta decía que de 20×20).
Repartir la masa homogéneamente en el fondo de la bandeja y hornear a 180 ºC durante unos 8 minutos.
Retirar del horno y dejar reposar mientras preparamos la cobertura.
Trocear ligeramente los frutos secos y los copos de coco.
Combinar en un cuenco todos los ingredientes de la cobertura.

Volcar la mezcla sobre la base prehorneada repartiéndola bien para que los arándanos no se queden apelotonados.

Hornear de 12 a 15 minutos más a la misma temperatura hasta que la cobertura se empiece a tostar.
Retirar del horno y dejar enfriar en la bandeja.

Una vez frío, trocear en porciones individuales, ya sean barritas o cuadrados.
Yo corté una parte en barras y otra en cuadrados y salen entre 14 y 18 porciones, aunque si hacéis bocaditos más pequeños salen unos pocos más.

¡Y a recuperar energía!
Notas:
Mejor si la avena, al menos la de la base, es de la variedad suave, es decir, ya desmenuzada, porque así nos podemos ahorrar el tener que triturarla.
(*) No tenía sirope, así que lo sustituí por miel de azahar.
(**) Usé una mezcla, a partes iguales, de almendras, avellanas, anacardos y pistachos, tanto en la base como en la cobertura. Quizá me vine muy arriba con la variedad, la próxima vez creo que pondré sólo almendras y avellanas, aunque el toque verdecito de los pistachos es un plus estético. Podéis poner nueces, pacanas, cacahuetes… y a ver qué sale. También se pueden usar unos en la base, y otros en la cobertura.
(***) Ya puestos a ir a lo loco con la variedad puse, a partes iguales, semillas de calabaza, de chía, de lino dorado y un mezclillo que tenía por ahí que además de pipas de calabaza, también lleva de girasol, semillas de amapola, de lino marrón y de sésamo.
En mi caso, para la base no trituré los frutos secos, los desmenucé ligeramente con el mortero y los mezclé junto con el puré y el resto de ingredientes directamente en un cuenco, de forma que quedaron trozos de distintos tamaños en la masa. A mí me gusta así, pero podéis procesarlo un poco más.
Los copos de coco fueron una improvisación de último momento, pero la verdad es que es un sabor que le queda bastante bien. Si no encontráis copos, se puede usar coco rallado, pero no será lo mismo. Eso sí, intentad que no lleven azúcar añadido.
La receta original llevaba grosellas negras en lugar de arándanos, pero no encontré. Creo que cualquier fruto con un puntillo se sabor ácido puede valer, ya sean frambuesas, arándanos, grosellas… o incluso moras.

Fuente:
Saqué la receta de un blog vegano que encontré a través de pinterest. Inevitablemente, como es marca de la casa, hice un par de cambios para adaptar la receta a lo que yo tenía en la despensa.

Participantes:
Elvira: Ensalada de endivias con queso, membrillo y nueces
Carabiru: Barritas de remolacha, frutos secos y semillas
Fe: http://www.codigosecreto280.com/
Mónica: Crumble de remolacha y mandarina
Inma: Lomo de cerdo a la naranja con endivias
Maryjose: Tartaletas de endivias al roquefort

Aquí se cuece jugando
31 diciembre 2018 at 12:09Unas bajas llenas de sabor y de energía. Te han quedado perfectas.
Carabiru
31 diciembre 2018 at 12:57¡Gracias! ¡Feliz año nuevo!
Maribel
8 enero 2019 at 08:47Me parece una idea genial, tengo que probarlo
super receta
bess
Carabiru
8 enero 2019 at 09:13Rica y con un color bonito. Ya me contarás si te convence cuando la pruebes. 😉