Dulce de papaya
Esta es la última receta que preparé para el blog en Paraguay y lo primero que voy a decir es que el nombre allí no es ese, allí se conoce como «dulce de mamón», que es como se llama a la papaya. Los mamones encuentran en el supermercado o frutería con tanta facilidad como aquí manzanas.
Al igual que pasa con los árboles de mango, los mamoneros son un frutal habitual en los jardines paraguayos. Sin ir más lejos, en la casa donde vivimos estos meses había unos cuantos pequeños y uno más grande que no paró de dar frutos desde que llegamos hasta que hicimos las maletas para volvernos. Lo mejor es que van madurando gradualmente, así que no te encuentras con una cosecha enorme de repente.
Después de que una amiga encarnacena nos regalase un poco del dulce de mamón que preparó su madre, me decidí a probar yo también.
Ingredientes:
- 1 kg de papaya (pesada limpia y pelada)
- 1 kg de azúcar
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- agua
Preparación:
Pelar y extraer la semilla de la papaya raspando el interior con una cucharilla (no debe estar demasiado madura pero tampoco verde, lo ideal es que esté pintona como llaman en Sudamérica a casi madura).
Pesar y anotar la cantidad, nos hará falta después para recordar la cantidad de azúcar y agua que hará falta (la misma que de fruta).
Cortar en rodajas de unos 2 cm de grosor (mejor más gorditas que finas).
Poner en un cuenco o cacerola profunda cubrir de agua fría y añadir el bicarbonato.
Tapar y dejar reposar 24 horas (pasado ese tiempo se habrá formado una espumita como la de la foto, no os preocupéis, es normal).
Lavar la fruta y colocarla en una cacerola profunda.
Añadir la mitad del azúcar (en peso será la mitad de lo que pesaba la fruta pelada y limpia).
Cubrir con la misma cantidad de agua fría que peso haya de fruta (como 1 kg de agua es un litro, será fácil de calcular).
Cocinar a fuego medio durante media hora con la cacerola medio tapada.
Agregar el resto del azúcar y la esencia de vainilla.
Cocinar a fuego suave hasta que el dulce esté brillante y translúcido como un caramelo y el almíbar haya espesado y esté dorado (en mi caso fueron unos 45 minutos más).
Dejar enfriar en la cacerola antes de comerlo.
¡Espero que os guste tanto como a nosotros!
Notas:
Lo primero de todo, muchísimo cuidado con el caramelo caliente, os podéis hacer una quemadura grave. Mantened a los niños lejos hasta que haya enfriado del todo.
El dulce de mamón debe tener consistencia firme (un poco durito por fuera y blando por dentro, para eso se lo deja en agua con bicarbonato) y ser dorado y brillante, si no es así quizá le falte cocción.
No es aconsejable añadir agua a mitad de cocción porque la fruta se ablandaría y perdería esa especie de corteza ligeramente dura tan característica.
El peso de fruta, azúcar y agua debe ser siempre el mismo, da igual la cantidad de fruta que pongamos (si hay 720 g de fruta tiene que haber 720 de azúcar y 720 de agua).
Se puede comer solo, con yogur natural o con queso ya sea tierno o fresco (el que veis en las fotos es queso Paraguay). Troceado con requesón y bañado con almíbar debe estar de vicio, ahí lo dejo 😉
Si una vez acabado el dulce os sobra almíbar, no lo tiréis, se puede usar para bañar bizcochos, para endulzar batidos…
Fuente:
Sacada del libro del que os hablado tanto en la receta de pastel mandi’o como en la de polenta dulce, Tembi’u Paraguai.
etringita
25 enero 2016 at 12:21Qué pintaca… Debe ser un lujo tener la fruta al alcance de la mano para ir seleccionando las pintonas. ¡El color de la fruta hecha dulce es increíble!
Carabiru
25 enero 2016 at 18:01La verdad es que nosotros los veíamos madurar pero no cogimos ninguno, las recolectaba la asistenta de los caseros… eso cuando los pajaritos no se adelantaban, jajajaja.
13 Recetas Dulces Con Frutos Tropicales | delicias.tv blog
13 diciembre 2016 at 20:05[…] Dulce de papaya. (VER RECETA AQUÍ) […]